Minirrelato 11
No podía parar de observar a mi vecino, mientras hacía esos movimientos tan rítmicos....
Desde que se había mudado, habìa sido un entretenimiento para mi observar su día a día, si, eso era de cotillas y raras, pero era guapísimo, moreno, alto, con un cuerpo que hacía que un calor interno me recorriese todo mi cuerpo.
Y aquel día con semejantes movimientos de sus manos por su cuerpo me estaba haciendo perder el control, pero cómo imaginar que sería capaz de agitar de esa forma esa forma tan erecta...
Continué observándole mientras me mordía el labio con una sonrisa pícara en mi rostro, mientras ese calor interno continuaba recorriéndome de parte a parte.
Segundos después se giró y vio cómo le observaba. Entonces abrí los ojos desmesuradamente y traté de esconderme, golpeándome con la mesita que tenía junto a mi ventana.
En ese momento, no sabía qué me dolía más, si el golpe o que me hubiera visto observándole. Aunque estaba segura de algo, él también se estaría muriendo de la vergüenza al comprobar que la vecina a la que le dedicaba miraditas cómplices le había visto medio desnudo mientras... jugaba a la Wii.
Desde que se había mudado, habìa sido un entretenimiento para mi observar su día a día, si, eso era de cotillas y raras, pero era guapísimo, moreno, alto, con un cuerpo que hacía que un calor interno me recorriese todo mi cuerpo.
Y aquel día con semejantes movimientos de sus manos por su cuerpo me estaba haciendo perder el control, pero cómo imaginar que sería capaz de agitar de esa forma esa forma tan erecta...
Continué observándole mientras me mordía el labio con una sonrisa pícara en mi rostro, mientras ese calor interno continuaba recorriéndome de parte a parte.
Segundos después se giró y vio cómo le observaba. Entonces abrí los ojos desmesuradamente y traté de esconderme, golpeándome con la mesita que tenía junto a mi ventana.
En ese momento, no sabía qué me dolía más, si el golpe o que me hubiera visto observándole. Aunque estaba segura de algo, él también se estaría muriendo de la vergüenza al comprobar que la vecina a la que le dedicaba miraditas cómplices le había visto medio desnudo mientras... jugaba a la Wii.
maria buen minirrelato y un final genial
ResponderEliminarbesitos