Personaje Entrometido
Hola Dimathian@s!!
Hoy traigo un relato para el reto de Adictos a la Escritura. Espero que os guste.
Hoy traigo un relato para el reto de Adictos a la Escritura. Espero que os guste.
Kirian
y Delia paseaban tras la cena. Solían ir
todos los viernes a cenar al restaurante que estaba junto a su casa y después a
bailar. Aquel día no estaban demasiado animados, en especial Delia, que llevaba
triste varios días, porque su chico no era el de siempre. Ya no tenía detalles,
no decía palabras bonitas… no se sentía amada y tenía una gran lucha interna
porque dudaba si debía dejarle o continuar con él.
Decidió relajarse un poco y dejar de pensar. Bailar
siempre despejaba su mente, ya tomaría una decisión por la mañana. Llegaron a
una discoteca nueva, llevaba abierta solo dos semanas y todo el mundo estaba
yendo para conocerla. Se pidieron unas copas y se pusieron en un lateral donde
había una mesita para dejar los vasos. Ninguno de los dos estaba con ganas de
hablar, pero bailando se entendían muy bien, se compenetraban tan bien que no
tenían ni que ensayar porque los bailes les salían innatos. La manera de bailar
de Kirian fue una de las cosas que más le gustó a Delia cuando conoció a aquel
moreno de ojos verdes.
Pasadas
un par de horas la discoteca estaba muy animada, había muchísima gente y
costaba bailar por la falta de espacio. Como
estaban tan distantes los dos, decidieron marcharse, era incómoda una situación
así. Caminaron en silencio hasta la casa. Estaban muy cerca de su hogar,
delante de ellos apareció un chico de unos dos metros con el pelo largo y
enredado. Sostenía una gran navaja en sus manos y su mirada era aterradora.
-Dadme todo el dinero,
si no os rajaré el cuello –amenazó con convicción acercándoles la navaja.
-Tranquilo, no queremos
problemas –contestó Kirian rodeándola con uno de sus brazos a modo de
protección.
Los dos sacaron la cartera para darle lo que les había
pedido. Pero el joven le arrancó del cuello un colgante que llevaba y tiró de
las pulseras de su muñeca izquierda. Ella estaba cada vez más asustada, tenía
mucho miedo de que aquel hombre les matase. Cuando creyeron que su vida estaba
a punto de acabar de una manera horrible, una figura emergió como de la nada. Era
alto, casi tan alto como el agresor. No podían verle bien porque ocultaba entre
las sombras de la noche, pero pudieron escuchar su voz.
-Vete, déjalos en paz o
no volverás a respirar.
Su voz sonó tan amenazante que el agresor se marchó
corriendo como alma que lleva el diablo. Kirian y Delia suspiraron aliviados,
aunque ella tenía mucha curiosidad por saber de quién se trataba. Se acercó un
poco para que la luz de las farolas le ayudase a ver el rostro del intimidante
desconocido. Se quedó boquiabierta cuando se dio cuenta de que era el Capitán
América, tan alto, tan fuerte, tan guapo… Desde siempre le había encantado y
estaba alucinando de poder verle en persona.
-¡Tú eres el Capitán
América! –Gritó emocionada.
-Sí, así es. Escuché
que estabais en apuros y por eso vine a ayudaros –dijo esbozando una sonrisa
encantadora.
-Sí, sí, gracias por
ayudarnos. Nos vamos –contestó Kirian cogiendo a Delia del brazo para
llevársela.
-Yo no quiero irme,
quiero seguir hablando con él –respondió Delia soltándose del agarre de su
novio.
-Me da igual, nos
vamos. No voy a quedarme toda la noche aquí con este musculitos. Así que vamos,
no me impacientes.
-Que te he dicho que no
me voy.
Kirian se enfureció, estaba cansado de todo. Tenía tanta
rabia dentro de ver la sonrisa bobalicona de Delia al observar al Capitán
América que su sangre le hirvió por dentro. Levantó la mano para abofetearla,
pero el brazo del apuesto superhéroe se interpuso.
-No le vas a hacer daño
-Tú no te metas. Ella
es mi novia, es mía y tiene que obedecerme.
-Una novia no es un
objeto que poseemos y llevamos de paseo. Además yo estaré encantado de hablar
con ella, si es lo que desea.
Delia observó a los dos hombres con desconcierto sin
saber lo que decir. Ella llevaba tiempo con su novio Kirian, pero conocer al
Capitán América era algo que no sucedía todos los días, pues era una ocasión
única en la vida. Observó a Kirian y con los ojos entristecidos se colocó junto
al superhéroe.
-Creo que quiere
quedarse hablando conmigo –comentó con una sonrisa triunfante.
Kirian enloqueció y quiso pelearse con el superhéroe,
pero no consiguió nada, tan solo caer al suelo al intentar derribarlo. Se
marchó gritándolos e insultándolos, maldiciéndolos a ambos. Delia observó a
Kirian con indiferencia, un chico que reaccionaba de manera tan exagerada y
violenta no era una buena persona para estar a su lado. El superhéroe se giró
para mirar a los ojos a la chica y pudo ver su interior, era una joven
sencilla, simpática, cariñosa y adorable; por primera vez en su vida no pensó
antes de actuar y se acercó para besar a Delia apasionadamente. Ella se quedó
sorprendida pero le devolvió el beso. Cuando se separaron del beso no dejaron
de mirarse a los ojos de manera intensa.
-Nunca me había dejado
llevar, pero… no lo he podido evitar. Siento la necesidad de protegerte de todos
los males del mundo, si tú quieres.
-Para siempre… -respondió
ella abrazándole con fuerza mientras volvió a unir sus labios a los de su
salvador.
0 rosas:
Publicar un comentario
Mi blog es mi casa, donde podéis encontrar novelas, relatos, consejos, videos y varias de mis aficiones, pasiones y locuras. Con los comentarios me ayudáis a mejorar, pero siempre desde el repeto y sin palabras feas ni insultos. Opiniones y críticas si se aceptan siempre
El Usuario sabe y acepta que al utilizar algunos de los servicios ofrecidos por Mi sueño en Papel en el Sitio Web, sus datos personales se mostrarán en el mismo pudiendo ser visualizados por otros usuarios del Sitio Web. Este es el caso de los comentarios efectuados en las entradas del blog, en los que el nombre del Usuario se hará público junto al correspondiente comentario.
Así que, deja tu rosa después de la señal,piiii: