Relato Romántico
Tras 1 año de intensa relación con mi querido
Cristian no podía estar más feliz. Habíamos empezado a salir de forma muy
casual. Todavía lo recuerdo, caminaba por la calle y me tropecé con un baldosín
que estaba mal puesto, antes de que cayera al suelo él me sujetó y evitó mi
caída. Desde aquel día no volvimos a
separarnos e incluso a los tres meses de relación nos fuimos a vivir juntos.
Nos llevábamos muy bien, nunca había tenido una relación tan
buena, no había tenido suerte con los hombres, hasta que le conocí a él. Aunque
llevábamos dos días enfadados por una tontería y ninguno de los dos cedíamos
para hablar y ni siquiera comíamos juntos. Yo me sentía incompleta al haber discutido con
Cristian, pero mi orgullo no me dejaba pensar con claridad.
El segundo día que ya estábamos
enfadados, decidí irme desde el trabajo hasta un centro comercial para ir de
compras y despejarme, tal vez así se me ocurriera algo para hablar de nuevo con
Cristian. Paseé por los pasillos fijándome en los escaparates para encontrar
algo que me gustase. Decidí entrar en una tienda de cosas para la casa que me
gustaba mucho. Me relajaba mirar cosas
para la casa. Y entonces me fijé en un marco de fotos en forma de corazón con
huecos para varias fotos. Era el regalo perfecto.
Lo compré y me fui hasta una
tienda de revelado de fotos que había en el otro pasillo del centro comercial.
Metí la tarjeta de memoria del móvil y saqué las fotos que más me gustaron. Me
metí en mi coche, coloqué las fotos en su sitio y envolví el marco de fotos.
Después puse rumbo a la casa y
subí con cautela para poder sorprenderle. Abrí la puerta y encontré la casa a
oscuras. Encendí la luz del pasillo y caminé hasta el comedor para encender la
luz del comedor y colocar mi regalo. Al encender la luz encontré 5 ramos de
flores, muchas velas encendidas, algunos globos en forma de corazón y Cristian
estaba en medio del comedor con una caja de bombones en la mano y una amplia sonrisa en su rostro.
-Pero… -no fui capaz de articular
palabra.
-Lo siento mucho, mi princesa.
Siento como me puse el otro día, pero te amo con locura y no qu8iero perderte,
y por eso a veces pierdo los nervios.
-Yo también siento haberte
gritado. Te traje un regalo pero no se puede comparar con tu sorpresa.
Mi novio me cogió el regalo, lo
abrió y me besó con dulzura. Nos abrazamos y fuimos hasta la habitación, donde
encontré la cama llena de pétalos de rosa. Además de cupcakes y macarrons
hechos por él. Fue una sorpresa única que jamás me habría esperado.
Desde luego estaba segura de que
era el hombre de mi vida. Y ahí nos demostramos nuestro amor que a partir de
ese día fue más profundo y fuerte que nunca.
No hay nada como sentir que has encontrado al amor de tu vida.
ResponderEliminarGenial :)