Minirrelato. Calentón (Cuidado para +18 años)
¿Por qué siempre triunfaba todo el mundo en mi trabajo menos yo? Todos mis compañeros habían tenido la suerte de que les concedieran un aumento, de mejores condiciones en el trabajo, e incluso de que las chicas se les acercasen como locas. Pero yo no era muy alto, no tenía los músculos como esos de la televisión así que no tenía nada para atraer a las chicas.
Mi único consuelo era ir a casa para acompañarme de mi soledad. En mi pequeño piso podìa ser yo mismo, estar tranquilo, y tener miles de fantasías. Pero para mí, en esas fantasías solo había una gran acompañante femenina, la encantadora Evelyn. Una chica con la piel blanca, los cabellos castaños y unos ojos verdes que cada vez que los veía creía perderme en el paraíso.
Como muchos otros días, me acomodé quedándome sin camiseta y con un pantalón deportivo, tras cenar me senté en el sofá como siempre. No paraba de pensar en ella, de imaginármela a mi lado, besándome y sofocando ese fuego interno que me hacía sentir.
Bajé la mano hasta mi miembro para intentar acabar con ese caletón que me estaba llevando a la locura por esa joven tan maravillosa. Metí la mano bajo el pantalón para sentir la tremenda erección. Cerré los ojos para tratar de imaginarme a esa diosa a mi lado, para intentar sentir su delicado cuerpo junto al mío. El movimiento de mi mano fue cada vez más rápido mientras mi excitación aumentaba cada vez más. Imaginaba que Evelyn era la que me daba placer y cada vez sentía el miembro más erecto. De mi boca salían ligeros gemidos a la vez que mi mano se movía velozmente, hasta que noté como estaba a punto de llegar al nirvana, como exploté de placer al imaginarme a esa preciosidad a mi lado.
Tras esa liberación de placer, me convencí a mi mismo de que debía hablar con ella, para tratar de conquistarla. Así que me vi un par de películas románticas para sacar ideas con las que poder llamar la atención de Evelyn.
Cada día le dejaba una nota y una rosa en su mesa. Le envié cartas a su casa, e incluso le mandé un ramo de rosas. En esas notas y cartas le daba pistas sobre mí, quería saber si ella tenía algún interés en mi. Y la sorpresa me la llevé cuando un día me encontré una nota en mi mesa.
"Sé que eres tú. y me encantan todos los regalos que me has hecho. Gracias porque me has hecho sentirme especial. Te espero a la salida del trabajo para que vayamos a cenar juntos. Besos de chocolate. Evelyn".
Mi vida empezaba en ese instante, mi nueva vida y no podía empezar mejor....
Mi único consuelo era ir a casa para acompañarme de mi soledad. En mi pequeño piso podìa ser yo mismo, estar tranquilo, y tener miles de fantasías. Pero para mí, en esas fantasías solo había una gran acompañante femenina, la encantadora Evelyn. Una chica con la piel blanca, los cabellos castaños y unos ojos verdes que cada vez que los veía creía perderme en el paraíso.
Como muchos otros días, me acomodé quedándome sin camiseta y con un pantalón deportivo, tras cenar me senté en el sofá como siempre. No paraba de pensar en ella, de imaginármela a mi lado, besándome y sofocando ese fuego interno que me hacía sentir.
Bajé la mano hasta mi miembro para intentar acabar con ese caletón que me estaba llevando a la locura por esa joven tan maravillosa. Metí la mano bajo el pantalón para sentir la tremenda erección. Cerré los ojos para tratar de imaginarme a esa diosa a mi lado, para intentar sentir su delicado cuerpo junto al mío. El movimiento de mi mano fue cada vez más rápido mientras mi excitación aumentaba cada vez más. Imaginaba que Evelyn era la que me daba placer y cada vez sentía el miembro más erecto. De mi boca salían ligeros gemidos a la vez que mi mano se movía velozmente, hasta que noté como estaba a punto de llegar al nirvana, como exploté de placer al imaginarme a esa preciosidad a mi lado.
Tras esa liberación de placer, me convencí a mi mismo de que debía hablar con ella, para tratar de conquistarla. Así que me vi un par de películas románticas para sacar ideas con las que poder llamar la atención de Evelyn.
Cada día le dejaba una nota y una rosa en su mesa. Le envié cartas a su casa, e incluso le mandé un ramo de rosas. En esas notas y cartas le daba pistas sobre mí, quería saber si ella tenía algún interés en mi. Y la sorpresa me la llevé cuando un día me encontré una nota en mi mesa.
"Sé que eres tú. y me encantan todos los regalos que me has hecho. Gracias porque me has hecho sentirme especial. Te espero a la salida del trabajo para que vayamos a cenar juntos. Besos de chocolate. Evelyn".
Mi vida empezaba en ese instante, mi nueva vida y no podía empezar mejor....
nah, tirando a flojillo :p pero está muy bien
ResponderEliminarSedienta Querida!!!
ResponderEliminarGracias que estoy yo para animarte jajaj. El relato me ha gustado mucho, me ha encantado y para mí no es nada aburrido. Es super especial y romántico.Me ha enamorado
PD: Espero que estes pasando unaas buenas vacaciones de verano
Mordiskos Sangrientos
Hola Vampiresa!
ResponderEliminarGracias, siempre tienes buenas palabras para mi :) eres genial!!!!
Sedienta Querida!!!
ResponderEliminarTienes que dejar fluir tus palabras de esa cabecita loca como a ti te de la gana (para no decir como te slga del moño jajaja). Y plasmarlas en papel. Y como dice el dicho si tienes algo que escribir no lo dejes para mañana hazlo hoy jajaj. Y nunca dejes de escribir. Aquí estamos muy buenas blogueras que escribimos, que tenemos una imaginación enorme y si lopodemos contar en un pequeño relato o en una historia, mejor que mejor.
Mordiskos Sangrientos
jeje lo sé, lo sé, pero a veces me da un poco de vergüenza esta clase de escritura erótica, no sé si os gustan de este estilo
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