Minirrelato 19 (aviso +18)

Estábamos desnudos en mi cama, llevábamos mucho rato besándonos y ardiendo de pasión.
Sentía sus manos por todo mi cuerpo, como lo acariciaba con dulzura y a la vez con intensidad, con urgencia.
Su lengua se movía con rapidez por mis pechos, haciendo que gimiera levemente. Empecé a sentir que su lengua recorría mi cuerpo y que cada vez bajaba más y más. Cuando su lengua encontró mi intimidad me tensé ligeramente. Estaba nerviosa, pues nunca había hecho algo así con nadie.

Cuando noté como la lengua empezó a rozar la piel de mi zona más íntima e inexplorada, sentí un cosquilleo. Cada vez que movía la lengua algo dentro de mi me golpeaba con fuerza de puro placer. Mi respiración empezó a agitarse cada vez más, mientras que de mi boca salían ligeros e incontrolables gemidos.

Él disfrutaba de mi cuerpo como si de un manjar se tratase. saboreándolo lentamente a la par que deleitándose por mis gemidos. Su lengua se movía por aquel lugar con agilidad, sabiendo dónde y cómo tenía que pasar la lengua para hacerme disfrutar. Sentía como me humedecía rápidamente, mi cuerpo reaccionaba ardiendo por fuera y por dentro con cada roce de ese ágil miembro. Me apretó más contra su rostro, hundiendo más la lengua en mi interior. Los incontrolables gemidos eran cada vez más audibles y eso hacía que moviese la boca con más rapidez, mientras yo perdía el control.
Y cuando llegué al climax, él me saboreó con una sonrisa en los labios antes de poseerme de todas las maneras físicamente posibles para demostrarme todo su amor y pasión.